Y es que la tendencia global sobre robótica colaborativa ha hecho que exista en el mercado una oferta de productos con excelentes cualidades técnicas, costo competitivo, de fácil implementación y enfocada a las tareas que pensábamos no podríamos automatizar en un futuro cercano.

El concepto colaborativo promete, además, permitir la co-existencia robot-operador humano en el mismo espacio de trabajo, ser una solución para disminuir los efectos de la rotación de personal y flexibilizar la planta productiva ante una mezcla variada de productos.  Por supuesto, usted debe sumar los beneficios típicos que puede conllevar el uso de equipo automático:  disminución de merma, aumento en calidad, ergonomía, repetibilidad, entre otros.

Pareciera, entonces, que nuestra industria es el marco perfecto para que esta tecnología madurara. Con un sinfín de aplicaciones manuales y deseos de protagonismo en el mercado global, el escenario es el ideal. ¿Cierto?

Aquí es donde debo parar la emoción del lector y detener sus ordenes de compra, al menos hasta que no se evalué adecuadamente la aplicación o el proceso que desea automatizar.  De manera que deberá poner especial atención a lo siguiente: