Las tiras conductoras de electricidad se fijan al suelo o se incrustan en diseños que definen múltiples zonas operativas, cada una de las cuales se puede activar y controlar de forma independiente, lo que proporciona una gran flexibilidad de ruta y utilidad. Dos sensores colocados debajo del vehículo detectan la corriente eléctrica que fluye a través de las tiras. Las diferencias en las lecturas entre los dos sensores indican desviaciones del recorrido de la banda, que a su vez activan las correcciones de dirección.

Las tiras magnéticas, que están fijadas a la superficie del piso de operación para definir el camino de operación del vehículo, se comunican con dos o tres sensores de campo magnético ubicados en el tren de rodaje del vehículo. Estos sensores a su vez dirigen el mecanismo de dirección del vehículo.

Las marcas de colores únicos que se pintan en el piso de operaciones o se fijan como bandas textiles sirven para guiar los sensores ópticos en la base del vehículo. Los algoritmos de detección de esquinas y los cálculos asociados se utilizan para traducir la información del sensor en instrucciones para el mecanismo de dirección.

Este enfoque es un habilitador de navegación libre popular, que implica el anclaje de pequeños imanes en el piso; la navegación se vuelve "libre" en el sentido de que la ruta del vehículo no está definida por una ruta física, sino virtualmente, a través de los cálculos de un procesador interno y el uso de los imanes de piso apropiadamente espaciados como puntos de referencia. El principio del cálculo a estima está en el corazón del enfoque: el posicionamiento del vehículo se calcula en función de su posición conocida anterior, la distancia recorrida y la dirección del viaje. Los sensores magnéticos del vehículo detectan los imanes anclados y, en función de la intensidad de campo, calculan la posición absoluta del vehículo. Un odómetro mide la distancia recorrida y un giroscopio la dirección del movimiento. Una computadora a bordo hace una referencia cruzada de toda esta información con la ubicación conocida de los imanes para hacer las correcciones del rumbo según sea necesario.

Esta tecnología es la opción más avanzada en navegación libre y la principal alternativa a la navegación magnética. Un escáner láser giratorio encima del vehículo determina la posición midiendo con precisión los ángulos y las distancias con respecto a los reflectores colocados sobre las paredes y los pilares. La tecnología láser permite una medición precisa a grandes distancias. Como es el caso con la navegación terrestre, se necesitan al menos tres reflectores para triangular la posición exacta.

La navegación láser basada en puntos de referencia naturales es una tecnología capaz de determinar la posición actual de un vehículo sin ningún tipo de infraestructura externa. No se necesitan sensores adicionales en el vehículo, ya que el elemento central, el escáner láser de seguridad ya montado, se puede usar simultáneamente para fines de localización y seguridad. El sistema de localización es robusto contra las perturbaciones tales como la apariencia de otros vehículos, personas y otros objetos que se mueven dinámicamente dentro del área cubierta por su escáner láser. Para aumentar aún más la precisión del sistema de localización, p. en las estaciones de transferencia: se puede combinar fácilmente con otras tecnologías de localización como la navegación basada en reflectores o magnéticos.